Clase: Placodermos

Clase: Placodermos
Los placodermos, palabra que significa «piel en placas», constituían un curioso conjunto de peces mandibulados con pesadas corazas.
En estos peces, varias placas grandes encastradas formaban una armadura ósea para la cabeza, mientras que otra serie de placas encerraban la parte frontal del cuerpo en una especie de armadura.
El resto del cuerpo no presentaba por lo general ningún tipo de revestimiento escamoso.
Los placodermos pueden considerarse una ramificación de la línea evolutiva principal que condujo hacia los peces óseos.
Este grupo, de vida comparativamente breve, hizo su aparición a principios del Devónico y se extinguió a principios del Carbonífero.
Muchos placodermos vivían en el fondo del mar, con el achatado cuerpo anclado por el peso de la robusta coraza ósea.
Otros, de armadura menos pesada, llegaron a ser buenos nadadores en mar abierto.
Las mandíbulas de todos estos peces estaban provistas de anchas placas dentarias, en lugar de dientes individuales, lo cual les servía para moler las conchas más duras.
Mencionaremos ejemplos de los cuatro grupos principales de placodermos: renánidos, ptictodóntidos, artrodiros y antiarcos.
El Gemuendina vivió a principios del Devónico en Europa (Alemania), y medía 30 cm de longitud. El cuerpo redondeado y achatado de este primitivo placodermo habitante del fondo marino, del orden de los renánidos, se parecía notablemente al de las rayas modernas.
Las aletas pectorales se extendían a los lados del cuerpo como grandes alas y los ojos y espiráculos estaban situados en la parte superior de la cabeza.
Estas características se repitieron unos 260 millones de años en un grupo de peces que no guardaba ninguna relación con los placodermos: el de las rayas y mantas que han vivido en el fondo del mar desde principios del Jurásico.
Es éste un ejemplo excelente de evolución convergente, fenómeno por el cual seres no emparentados adquieren estructuras similares y a menudo los mismos hábitos.
El Gemuendina carecía de la pesada coraza de sus descendientes. Un mosaico de pequeñas placas óseas revestía su cuerpo, sembrado de aguzados dentículos defensivos, y unas pocas placas más grandes cubrían las caras superior e inferior de la cabeza.
Este placodermo carecía también de las características placas dentarias de sus sucesores.
Sus mandíbulas estaban provistas en cambio de tubérculos en forma de estrella, que hacían las veces de dientes.
El Ctenurella vivió a finales del Devónico en Australia (Australia Occidental) y Europa (Alemania), y medía 13 cm de longitud.
Era un placodermo pequeño, del orden de los ptictodóntidos, cuyo único revestimiento óseo era una placa sobre la cabeza y una banda alrededor de la cintura torácica. Tenía dos aletas dorsales, una erguida y la otra baja y alargada.
Los pares de grandes aletas pectorales y pélvicas lo estabilizaban por debajo, y la cola se movía con ondulaciones de látigo.
Este pequeño placodermo tenía placas dentarias moledoras, y los huesos de sus mandíbulas superiores estaban firmemente fusionados con la caja craneana.
En el fondo del mar encontraba, su alimento, compuesto de crustáceos y erizos de mar.
Es evidente que también podía nadar, a juzgar por su forma hidrodinámica y por las aletas dispuestas en pares. Vemos aquí otro ejemplo de evolución convergente.
Del mismo modo que en el caso de los renánidos y las rayas, el Ctenurella y sus parientes habían desarrollado una forma corporal que se repetiría más adelante en otro grupo de peces cartilaginosos, el de las quimeras.
El Groenlandaspís vivió a finales del Devónico en la Antártida (Tierra de Victoria del Sur), Australia (Nueva Gales del Sur), Europa (Inglaterra, Irlanda y Turquía) y Groenlandia, y medía 7,5 cm de longitud.
Este minúsculo pez acorazado, hallado literalmente en polos opuestos del mundo, pertenecía al grupo más abundante y diversificado de placodermos: los artrodiros o peces de «cuello articulado», que representan el 60 % de todos los placodermos conocidos.
Era, un achatado habitante del fondo marino, que molía moluscos y crustáceos entre las placas dentarias.
Como solía reposar directamente sobre el lecho marino y por lo tanto no podía dejar caer la mandíbula inferior, este placodermo, como muchos de sus parientes, desarrolló un ingenioso sistema de bisagra que le permitía abrir enormemente las mandíbulas para atrapar presas grandes.
La coraza de la cabeza estaba unida con la del tronco mediante un par de articulaciones situadas a los lados del cuerpo.
Gracias a estas bisagras, el pez podía echar hacia atrás la cabeza sin mover la mandíbula inferior, mientras la boca se proyectaba para atrapar a la presa.
El Coccosteus vivó a mediados a finales del Devónico en Europa (Escocia y URSS) y América del Norte (Ohio), y medía 40 cm de longitud.
Era un ágil cazador y un carroñero del fondo marino.
Su cuerpo liso e hidrodinámico, desprovisto de escamas, las aletas dispuestas en pares, la cola vuelta hacia arriba y la aleta dorsal estabilizadora lo señalan como un excelente nadador.
Debe de haber sido además un agresivo carnívoro, gracias al perfeccionamiento del sistema de articulaciones de su cuello.
En efecto, las corazas de la cabeza y del tronco no sólo estaban articuladas exteriormente, como en Groenlandaspis (arriba), sino que entre las vértebras del cuello y de la base del cráneo se había desarrollado una articulación interna, que permitía a Coccosteus inclinar mucho más la cabeza hacia atrás. Por lo tanto, podía tragar bocados mucho más grandes que sus parientes.
Sus mandíbulas eran además más largas, lo cual contribuía a extender sus capacidades predadoras.
Otra ventaja de este sistema de bisagras era que el movimiento vertical de la cabeza ayudaría a bombear agua a través de los arcos de las agallas, que se expandían cuando la boca estaba abierta.
Es probable que el Coccosteus complementara su dieta tragando grandes bocados de lodo.
Digería entonces la materia orgánica contenida en el barro y expulsaba el resto en forma de heces.
El Dunkleosteus vivió a finales del Devónico en África (Marruecos), Europa (Bélgica y Polonia) y América del Norte (California, Ohio, Pennsylvania y Tennessee), y medía 3,5 m de longitud.
Algunos artrodiros alcanzaron enormes dimensiones y es probable que compitieran por el alimento con los tiburones contemporáneos, como Cladoselache.
El Dunkleosteus era, el gigante del grupo, con un cráneo de más de 65 cm. de largo; pero algunos de sus parientes, como Dinichthys y Titanichthys, rivalizaban en tamaño, con 2,1 m y 3,4 m, respectivamente.
La coraza ósea del tronco de Dunkleosteus se interrumpía poco antes de las aletas pectorales, dejándolas en libertad para un mejor control de las maniobras de avance y frenado.
Con sinuosos movimientos del cuerpo liso y sin escamas y de la larga cola, semejante a la de una anguila, este pez debe de haber surcado ágilmente los mares en busca de su presa.
El cuello articulado y las bisagras de la coraza de Dunkleosteus le conferían una capacidad mordedora lenta, pero sumamente poderosa.
Una vez atrapada la víctima, las grandes placas dentarias entraban en acción: las puntas semejantes a colmillos de la parte frontal de las mandíbulas sujetaban y desgarraban la carne de la presa, mientras que los aguzados bordes de la parte posterior la machacaban.
El Bothríolepis vivió a finales del Devónico en todo el mundo, y medía 30 cm de longitud.
Pertenecía al grupo más pesadamente acorazado de los placodermos, los antiarcos.
Estos peces compartían con los artrodiros un antepasado común y como muchos de ellos, eran achatados habitantes del fondo marino, aunque los antiarcos eran peces de agua dulce.
La cabeza estaba protegida por una coraza ósea corta, articulada con la armadura del tronco, mucho más larga.
Las aletas pectorales del Bothriolepis y sus parientes estaban reducidas a un par de espinas con placas óseas, que no pueden haberles servido para nadar.
Estaban articuladas con el borde delantero de la coraza del tronco mediante una compleja bisagra.
Otra articulación en la mitad de su longitud indica que podían inclinarse y que tal vez el pez las utilizara como zancos para arrastrar su pesado cuerpo por el lecho del río.
Es posible que la cola vuelta hacia arriba levantara la parte trasera del cuerpo, manteniendo la cabeza del pez hacia abajo, mientras buscaba partículas nutritivas entre el barro o la arena del fondo.

El Palaeospondylus vivió a mediados del Devónico en Europa (Escocia), y medía 6 cm. de longitud.
Este diminuto ser ha intrigado a los paleontólogos desde su descubrimiento en 1890.
Se han hallado cientos de especímenes en una sola localidad escocesa.
Todos consistían en una larga columna vertebral, con espinas en uno de los extremos, que presumiblemente formaban la estructura de una aleta caudal, y un cráneo en el otro extremo.
Esta criatura no parece haber tenido mandíbulas ni aletas dispuestas en pares.
A lo largo de los años, se ha interpretado como un agnato, un placodermo carente de revestimiento óseo, una especie de quimera o incluso un pez pulmonado.
Algunos han llegado a sugerir que podría ser la forma larval de un anfibio.
Para mayor misterio, los paleontólogos no han po
dido determinar si el esqueleto está compuesto de cartílago calcificado o de tejido óseo.

Primitivos peces mandibulados.

Clase: Acantodios
Los Acantodios (Acanthodii, del griego ákantha, "espina" y eidés, "con el aspecto de"), también conocidos como «tiburones con espinas», son una clase de peces extinta en la actualidad, cuyas especies tienen características comunes tanto a los peces óseos como a los cartilaginosos. Son los vertebrados con mandíbulas más primitivos de los que se tiene noticia.
Se supone que estas estructuras evolucionaron a partir del primer arco de las agallas, en algún antepasado agnato en el cual el esqueleto de las agallas estaba formado por piezas de cartílago articulado.
El nombre de «tiburones con espinas» es en realidad una forma errónea de designar a estos primitivos peces mandibulados.
Se han llamado así desde el principio porque presentan en general la forma de un tiburón, con el cuerpo estilizado, las aletas dispuestas en pares y una poderosa cola vuelta hacia arriba.
Robustas espinas óseas constituían la estructura de todas las aletas, a excepción de la caudal, de ahí el nombre de «tiburones con espinas».
De hecho, los Acantodios son un grupo de peces mucho más primitivo que el de los tiburones.

Evolucionaron en el mar a principios del período Silúrico, unos 50 millones de años antes de que aparecieran los primeros tiburones.
Más adelante, los Acantodios colonizaron el agua dulce y se multiplicaron en los ríos y lagos del Devónico y en los pantanos del Carbonífero.
Pero los primeros peces óseos estaban demostrando ya su capacidad para dominar las aguas del mundo, y su competencia resultó ser demasiado despiadada para los «tiburones con espinas», que se extinguieron durante el Pérmico.
Muchos paleontólogos consideran que los Acantodios estaban emparentados con los antepasados de los peces óseos.
Aunque su esqueleto interno era cartilaginoso, en la piel de estos peces se había desarrollado un material semejante al hueso, que asumía la forma de escamas estrechamente encastradas. Algunas de estas escamas, muy agrandadas, formaban un revestimiento óseo en la parte superior de la cabeza y en el dorso.

El Climatius vivió de finales del Silúrico a principios del Devónico en Europa (Reino Unido) y América del Norte (Canadá), y medía 7,5 cm de longitud.
El nombre de «tiburón con espinas» resulta especialmente apropiado para este pez, en cuyo diminuto cuerpo se agolpaban infinidad de espinas y aletas.
Tenía dos grandes aletas dorsales, cada una de las cuales presentaba por delante una robusta púa ósea alojada superficialmente en la piel.
En la parte inferior presentaba una gran aleta anal, con su respectiva espina, y un par de grandes aletas pectorales, también con espinas por delante.
El vientre de Climatius estaba erizado de espinas, pero carecía de aletas.
Tenía un par de espinas pélvicas y cuatro pares de espinas ventrales.
A juzgar por las aletas estabilizadoras y la poderosa cola con el lóbulo superior agrandado y vuelto hacia arriba, semejante a la de un tiburón, era un excelente nadador.
Como otros muchos Acantodios, carecía de dientes en el maxilar superior, pero tenía miríadas de pequeños dientes en la mandíbula inferior, que eran sustituidos continuamente por otros a medida que se gastaban, otro rasgo que lo asemeja a los tiburones.
Sus grandes ojos indican que la vista debió de ser el principal sentido utilizado por este pez para localizar a la presa.
Probablemente se alimentaba de crustáceos y peces más pequeños, que atrapaba en las aguas medias y superficiales.
Su agilidad para nadar y su ajustada coraza debieron de protegerlo del ataque de los peces más grandes y de los invertebrados predadores.
Las quince espinas óseas que se alineaban sobre su cuerpo eran su principal defensa: el Climatius debe de haber sido bastante desagradable de tragar.

El Acanthodes vivió de principios del Carbonífero a principios del Pérmico en Australia (Victoria), Europa (Checoslovaquia, Inglaterra, Alemania, Escocia y España) y América del Norte (Illinois, Kansas, Pennsylvania y Virginia Occidental). Y medía 30 cm de longitud.
El Acanthodes formaba parte del último grupo en el proceso evolutivo de los «tiburones con espinas».
Carecían de dientes en las mandíbulas, pero las agallas estaban provistas de largos «rastrillos» constituidos por dentículos.
Probablemente, el Acanthodes y sus parientes se alimentaban filtrando el agua del mar y atrapando en las agallas los diminutos animales planctónicos.
Como todos los acantodios más modernos, el Acanthodes era más grande que sus predecesores; algunos de los miembros de su grupo alcanzaban longitudes de más de 2 m.
Era además menos erizado que las otras formas anteriores. El par de aletas pectorales, al igual que la anal, presentaba todavía robustas espinas.
Pero estaba provisto de una única espina dorsal, situada muy cerca de la cola, y junto a las aletas pélvicas en forma de cinta que recorrían el vientre había solamente una espina.
Así pues, el Acanthodes tenía solamente seis espinas y no las quince de su erizado pariente el Climatius.

Los Acantodios ("peces con mandíbula")

Entre los peces agnatos  estaban los antepasados de los vertebrados con mandíbulas y dientes, los cuales evolucionaron a principios del período Silúrico (que comenzó hace 438 m.a.),unos 80 millones de años después después de la aparición de los primeros peces agnatos (omitimos de momento los informes acerca de agnatos en el Cámbrico).
Estos peces con mandíbulas eran los Acantodios , que no solo tenían ya tejido óseo en el exterior del organismo, (en los radios de las aletas), sino hueso “dérmico” en la piel. Este tejido óseo asumía la forma de placas que cubrían las aberturas de las agallas y la región lateral inferior. Más importante aún, estos peces tenían tejidos óseos dentro del cuerpo, en forma de una fina película por encima del cartílago que constituía la caja craneana y la columna vertebral.

Un diseño innovador, que revolucionó el resto de la historia evolutiva:

Con la evolución de las mandíbulas capaces de morder, la vida de los peces se transformó. Ya no dependía para el sustento de los animales planctónicos ni de las partículas nutritivas del fondo marino. Podían buscar ahora activamente la presa, atraparla con las mandíbulas y desmenuzarla con los dientes. Podían crecer en tamaño, colonizar hábitats nuevos y especializarse en formas de vida y dietas específicas.
Las mandíbulas fueron la innovación evolutiva que permitió a los peces pasar de una fase “experimental”, en el Silúrico, a su explosiva diversificación durante el Devónico, hace unos 400 millones de años.
Esta evolución se produjo siguiendo estas dos tendencias:
1) Condricticios: En este grupo se conservó el esqueleto cartilaginoso al igual que sus antepasados, iniciando la línea que conduciría a los condricticios: los tiburones, las mantas y las rayas, así como sus parientes las quimeras. Desde esta época tan temprana los tiburones fueron de los principales depredadores de los mares.
2) Osteictios: En estos peces, el hueso sustituyó al cartílago. A partir de un ancestro común, evolucionaron en estos dos tipos de peces con esqueleto: a) Actinopterigios: los de aletas radiadas, b) Sarcopterigios: peces de aletas carnosas, de este grupo descendemos nosotros los mamíferos.
Los actinopterigios son el grupo de mayor éxito, desde el punto de vista del número de especies. De este grupo descienden los modernos peces teleósteos, que con sus 21.000 especies vivientes, son el grupo de vertebrados más numerosos entre todos los existentes. (En comparación, hay 4.000 especies vivientes de mamíferos, 8.600 de aves, 4.000 de reptiles y 2500 de anfibios).
En contrastes, de los Sarcopterigios, de los cuales descendemos o evolucionamos, se conservan solo siete especies, una única de celacantos y seis de peces pulmonados.

A estos peces se le llaman tambien "tiburones con espinas", aunque no tienen nada que ver con los escualos, existiendo mucho antes que los primeros tiburones, auqne hubo una época en la que coexistieron.
A estos peces se le llaman tambien "tiburones con espinas", aunque no tienen nada que ver con los escualos, existiendo mucho antes que los primeros tiburones, auqne hubo una época en la que coexistieron.

Dunkleosteus terrelli
Cráneo del Dunkleosteus terrelli, Museo de Queensland

CLASE: ACANTODIOS.

Los acantodios también son conocidos como “tiburones con espinas”, aunque nada tengan que ver con éstos, además de haber aparecido en los mares mucho antes, a principios del Silúrico, unos 50 millones años antes de que lo hicieran los primeros tiburones verdaderos. Estos peces fueron los primeros con mandíbulas, que se cree evolucionaron a partir del primer arco de agallas, de algún antepasado agnato en el cual el esqueleto estaba formado por piezas de cartílago articulado.
Pero los primeros peces óseos estaban demostrando su capacidad de dominar las aguas del mundo, y los Acantodios desaparecieron durante la extinción Pérmica.
Aunque el esqueleto interno de los Acantodios era cartilaginoso, en la piel de estos peces se había desarrollado un material semejante al hueso, que asumía la forma de escamas fuertemente estrechamente encastradas, algunas formaban un revestimiento óseo en la parte superior de la cabeza y el torso.

 
Dunkleosteus
Entre los peces acorazados más conocidos, tenemos al pez Placodermo llamado Dunkleosteus, que vivió a finales del Devónico, y cuyos restos se han encontrado en Europa, África y Norteamérica. Tenía un cráneo de 65 cm de largo y unos 3.5 metros, rivalizando con sus parientes, como el Dicnithys y el Titanichthys.
La coraza ósea del tronco de Dunkleosteus se interrumpía poco antes de la aleta pectoral, dejándoas en libertad para un mejor control de las maniobras de avance y grenado. Con sinuosos movimientos del cuerpo liso y sin escamas y de su larga cola, semejante a la de una anguila, es te pez perseguía a sus presas.
El cuerpo articulado y las bisagras de su coraza le conferían una capacidad mordedora lenta, pero sumamente poderosa. Una vez atrapada la víctima, las grandes placas dentarias actuaban: las puntas semejantes a colmillos de la parte frontal de las mandíbulas sujetaban y desgarraban la carne de la presa, mientras que los aguzados bordes de la parte posterior la maceraban.

¿Es posible encontrar ADN de un animal extinto en un ámbar como en la novela Parque Jurásico?

Extraer y analizar ADN antiguo de cualquier animal prehistorico es posible mientras este se haya podido conservar de alguna forma y no se haya degradado. Hasta la fecha solo se ha encontrado ADN de animales congelados o momificados.

El problema con los grandes dinosaurios es que solo se han encontrado restos fosiles y la fosilizacion destruye la mayor parte del ADN (transformandolo en materia inorganica).
En teoria sólo se podría recuperar ADN de un dinosaurio congelado, conservado en un pantano de turba o momificado (cosa que no a pasado todavia).
Existen tambien dos tecnicas que podrian funcionar para obtener ADN antiguo y de las que se habla en Parque jurasico.

a) Procedimiento de Loy.

Mediante la técnica de los anticuerpos de Loy, a veces se puede obtener ADN directamente de los huesos. El veinte por ciento de las proteínas es aún recuperable a través de la pulverización de los huesos y el posterior uso del procedimiento de Loy.
El mismo doctor Loy lo empleó para obtener proteínas de marsupiales australianos extinguidos así como células sanguíneas de antiguos restos humanos.
Pero esta técnica solo es adoptada como respaldo en Parque Jurásico ya que un rendimiento del veinte por ciento es insuficiente y se necesitaria toda la cadena de ADN de un dinosaurio para poder hacer clones.

b) El Ámbar:

La sabia de árbol a menudo fluye sobre los insectos y los atrapa. Entonces, los insectos quedan perfectamente conservados en el fósil. Se encuentran toda clase de insectos dentro de ámbar incluyendo insectos con aguijón que podrian haber succionado la sangre de animales más grandes y con suerte, de dinosaurios. Si este insecto tuviera células sanguíneas no pertenecientes a él, seria posible extraerlas y obtener ADN.

Ademas el ADN de dinosaurio es algo más fácil de extraer con este proceso que el ADN de mamífero. El motivo es que los glóbulos rojos de los mamíferos no tienen núcleo y, por tanto, carecen de ADN en esas células. Para hacer la clonación de un mamífero hay que encontrar un glóbulo blanco, que es mucho más raro que los rojos. Pero los dinosaurios tenían glóbulos rojos con núcleo, al igual que los pájaros modernos.

En realidad, los científicos estudian desde hace mucho tiempo insectos fosilizados en ámbar, pero no han encontrado todavía ninguno con sangre en su interior. Además, obtener el ADN de esa sangre sería complicado, ya que el insecto tendría que haber muerto antes de haberla digerido, pues la digestión dañaría el ADN.

Fuente(s):

Una lagartija de hace… ¡23 millones de años!

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Una lagartija fosilizada que fue hallada en una pieza de ámbar chiapaneco de una antigüedad de 23.3 millones de años, es exhibida en el Museo de Fósiles en Ámbar “Piedra Escondida”, ubicado en San Cristóbal de Las Casas. El reptil es considerado el más grande del mundo encontrado en un ámbar.

Iván Milani, curador y diseñador responsable del Museo de Fósiles en Ámbar, dijo que en el mes de marzo de este año un proveedor del municipio de Simojovel les llegó a vender una pieza de ámbar rojo que contenía una lagartija, “el señor se dio cuenta de la pieza, la estaba puliendo, entonces interrumpió su proceso para traerla porque nos considera expertos y obviamente se le compró”.
Luego de un detallado trabajo del curador Iván Milani, la lagartija fue apareciendo poco a poco ya que se encontraba en un lugar difícil de pulir. El reptil mide 10 centímetros de largo, está casi completo y se puede ver de manera gratuita en el Museo de Fósiles en Ámbar propiedad de Elizabeth Gálvez Cruz, mismo que está ubicado en la Avenida 20 de Noviembre 22, Andador Eclesiástico.
El curador explicó algunos de los problemas que tuvo para que “Cocodrilo”, como fue bautizado, pudiera verse con mayor claridad: “El problema fue, que de un lado la lagartija pegaba casi en la superficie justamente donde está el color rojo y del otro lado sí se aclaró fácilmente, pero estaba muy profundo, entonces la profundidad no permitía la vista normal y no permitía la clasificación. Hice un corte escalonado para no perder las polillas y demás especies que están en la misma pieza.”
Aparte de todo ello, la pieza tiene algo muy peculiar: “La cola se perdió no por un corte mal hecho, pero vuelve a entrar a la pieza, muy curioso; tomen en cuenta que a veces las lagartijas sobre todo si son perseguidas por depredadores pierden la cola, mientras esta lagartija fue atrapada casi completa.”
Señaló que la propietaria del Museo, Elizabeth Gálvez Cruz, tiene otras lagartijas pero son pequeñas, hay unas 30 en total en el mundo, pero ésta “por la información que tenemos, es la más grande de todas; normalmente miden tres, cuatro, máximo seis centímetros, aquí estamos hablando de una lagartija de 10 centímetros”.
El biólogo del Museo de Paleontología de Tuxtla Gutiérrez, Gerardo Carbot, estudia la parte anatómica del reptil, “lo que son las patas, la cola, el aparato bucal, todos los elementos que en dado momento le van a servir con fotos más microscópicas para definir el orden, la familia y la especie”.
Destacó que este hallazgo “es muy importante porque nos dice cómo era el ecosistema, pero nos dice también que el ámbar chiapaneco tiene piezas muy raras, se le conoce como gema, más allá que tenga un fósil en el interior y nos dice un mensaje muy importante que hay un material para poder trabajar”.
Pero además, el Museo de Fósiles en Ámbar cuenta con una rana que fue hallada en Simojovel y es exhibida desde hace un año. “Al parecer sólo hay tres o cuatro ranas en el mundo y ésta es la mejor conservada”, agregó.
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Para tener una idea de la importancia de esta rana, Iván Milani indica que en el portal de National Geographic la fotografía del anfibio encontrado en un ámbar está entre las 10 imágenes más vistas.
En total, el Museo de Fósiles en Ámbar cuenta con 10 mil piezas, dos mil de ellas en exhibición, donde a parte de la lagartija y de la rana, la gente puede ver de manera gratuita las hormigas, mosquitos, mariposas, chinches, polillas, arañas, grillos y hasta cucarachas fosilizadas dentro de piezas de ámbar.
Fuente:
www.museopiedraescondida.com
www.cuarto-poder.com.mx

La vaca de mar de Steller

La vaca de mar de Steller (Extinto desde 1768) 
 

Normalmente encontrada en las costas de Asia, fue descubierta en1741 por el naturista Geord Steller. La vaca de mar crecia hasta los 8metros de largo y llegaba a pesar hasta 3 toneladas, mucho mas largoque su familiar cercano el Manati. No poseia dientes, pero si doshuesos pequeños en forma de colmillo uno en la parte supeior de su bocay otro en la parte inferior. 

Animales Extintos. Presentación.

El ultimo delfín


 karin widemann
 

Después de una intensa e infructuosa búsqueda del delfín chino de río, también conocido como baiji, la IUCN lo incluyo en la categoría de Especie en Peligro Crítico (posiblemente extinto). Tres meses después de esta inclusión, un ejemplar (quizás el ultimo de su especie), fue visto y grabado en vídeo en la ciudad de Tonglin.

La especie no ha sido incluida en una categoría más alta debido a que se necesita hacer más rastreos antes de clasificarla como extinta. La pesca excesiva y el intenso tráfico fluvial, cuyos motores interfieren con el sistema de sonar que usa el delfín para moverse y ubicar su alimento, son algunos de los factores que influyeron en su desaparición.
El baiji es (“era”, en un futuro cercano) un delfín blanco, casi ciego, similar a otras especies de agua dulce que habitan en los ríos Mekong, Indo, Ganges y Amazonas
.
A finales de los años '70, se creía que en el río sobrevivían varios cientos de delfines, pero un 1997 un estudio registró apenas 13 avistamientos. La última vez que se vio a un baiji fue en 2004, mientras que el último ejemplar en cautiverio falleció en 2002.
En el 2007 una expedición que buscaba al baiji, conformada por 30 científicos de Japón, China, Suiza y Estados Unidos, quienes contaban con dos barcos para realizar la labor, no pudieron localizar ningún espécimen.
El gobierno chino había dispuesto un plan para crear una reserva en un lago de la provincia de Hubei para llevar allí a los delfines que se capturaran, pero de poco le ha servido ya que no se encontró ninguno.
A pesar de que la reserva no alcanzó a albergar a ningún baiji, en este momento sirve de refugio a 28 marsopas sin aletas que están en buenas condiciones y se están reproduciendo. Las marsopas sin aletas forman parte de una población de 300 ejemplares que, según los miembros del equipo científico, también están en peligro de extinción.
Tres meses después de la última investigación, un ejemplar adulto, fue grabado en video por un pasajero de un barco. Las imágenes han sido revisadas en el Instituto de Hidrobiología de la Academia de Ciencias China, cuyo representante, Wang Kexiong, ha confirmado que la enorme mancha blancuzca pertenece a un delfín baiji.
Mas informacion: baiji.org, IUCNFotografía :Flickr - karin widemann - Delfin del rio Amazonas
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Delfín de río Chino o Baiji

DELFÍN DE RÍO CHINO O BAIJI:

El animal pertenecía a una rara especie de delfín de agua dulce conocida localmente como baiji. Una expedición en el 2007 que buscaba al baiji, conformada por 30 científicos de Japón, China, Suiza y Estados Unidos, quienes contaban con dos barcos para realizar la labor, no pudieron localizar ningún especimen. Terminada exta expedicion concluyeron que la especie estaba extinta¡¡
 
EXTINTO: 2006 

Animales en peligro de extinción en España

Existen en nuestro país varias especies animales en peligro de extinción y si no se toman medidas a corto plazo, su desaparición puede ser inminente y perderemos nuestra fauna autoctona.

Existen muchos animales en peligro de extinción en España, esto se debe a la destrucción del hábitat de estos, junto con la caza furtiva y la contaminación, estos flagelos a la naturaleza que habita en nuestro planeta, son cada día mas severos y sus porcentajes aumentan de forma alarmante: el 37% de los vertebrados está en peligro de extinción y el 7% en total peligro de desaparecer.
El Quebrantahuesos
Existen otras causas de la extinción de animales en España, como la incorporación de animales foráneos en nuestro hábitat, esto provoca un cambio brusco en los ecosistemas ya establecidos, lo cual en el corto o largo plazo termina perjudicando a las especies nativas del lugar desplazándolas o eliminándolas.
Hay casos de desastres naturales provocados por el planeta que perjudica a las especies, pero de esta forma es cuando se acepta su disminución natural, esto puede suceder por inundaciones, terremotos, sequias, etc., pero cuando esto sucede por mano del ser humano estamos hablando de extinción.
Los animales en peligro de extinción en España son las siguientes:
Lince iberico
Lince Ibérico
 (Lynx pardinus)
atun rojo
El Atun rojo
Quebranta huesos
Quebrantahuesos (Gyoaetus barbatus)
aguila  imperial iberica
Águila Imperial ibérica (Aquila adalberti)
Lobo Iberico
Lobo Ibérico (Canis lupus signatus)
Oso pardo
Oso pardo (Ursus arctos)
Foca Monje en peligro de extincion
Foca Monje (Monachus monachus, Hermann, 1779)
Urogallo Cantabrico
Urogallo cántabrico y pirenaico (Tetrao urogallus cantabricus)
Lagarto gigante de las canarias
Lagarto gigante de Las Canarias (Gallotia bravoana)
Fartet
Fartet (Aphanius iberus)
Mariposa isabelina
Mariposa isabelina (Graellsia isabellae)
Samarugo en peligro de extincion
Samarugo (Valencia hispanica)
Malavacia cabeciblanca (Oxyura leucocephala)
Todas estas especies se encuentran protegidas en España, ya que en el año 1989 se promulgó la Ley de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y fauna Silvestres, que ampara a todas las especies en peligro de extinción en el país, cambiando el concepto: “todo se puede explotar salvo lo que está protegido”, por el de “todas las especies están protegidas aunque algunas se pueden explotar”.

Moa



Una reconstrucción de una cacería de Moa
AustralopithecusmanAñadido por Australopithecusman
Cuando la gente llegó por primera vez en Nueva Zelanda, se encontraron con gigantes pájaros sin alas conocidas como moas. Estas aves eran una verdadera rareza ya que todos sus otros parientes (cassowarys, emúes, ostrichtes) contenía las alas. Moas podría alcanzar hasta tres metros y medio de tamaño, más grande que cualquier otro pájaro en la isla. Debido a lo que muchos creen que es más de la caza, moas se extinguieron en algún momento entre finales de 1600 y comienzos de 1800. Sin embargo, en la década de 1840, Austrailian aves pintor John Gould informó de ver los kiwis gigantes en la Isla Sur de Nueva Zelanda, que eran alrededor de un metro de altura y tenía
Un illistration de una cabeza de moa
impulsado pies. Impulsado Gould Discription pies había coincidían con las de los pies fosilizados moa-prints que se encuentran en la Isla del Norte. En 1978, un equipo de investigación japonés investigó la Isla del Sur para ver si Moas todavía vivían en la zona, pero no obtuvo ninguna evidencia de moas surrivial. Es probable que los avistamientos de moa se equivocaron solo avistamiento de otras aves de gran tamaño que se encuentran en la isla.Avistamientos de Moa se considera típicamente australianos avistamientos Raptor .

Elefante de aves y Moa elefantes de aves.



El pájaro elefante (Aepyornis maximus) habitaron la isla de Madagascar, frente a la costa oriental de África. Madagascar fue colocada alrededor de 2000 años por los pueblos de África e Indonesia.Legends of the roc gigante (Rukh) en el folclore árabe se basa probablemente en el pájaro elefante. Durante el siglo noveno, los comerciantes de los sarracenos y de la India visitó Madagascar y otras partes de la costa africana y se han encontrado con estas aves. En 1298, mientras estuvo preso en Génova, Marco Polo escribió sus memorias, que abarca 26 años de viaje. En el capítulo 33, "En cuanto a la Isla de Madagascar", escribió que el Gran Khan le había enviado para investigar los informes de curiosas aves gigantes.




El pueblo malgache había tenido contacto con los comerciantes árabes durante varios siglos, pero se había resistido con fiereza la colonización. Los primeros europeos que visitaron la isla fueron los portugueses en 1500. Expediciones holandesas y francesas establecieron asentamientos costeros después de 1509, penetrando en los interiores 150 años más tarde. En el siglo 16, los marineros holandeses, portugueses y franceses regresaron desde el Océano Índico con huevos enormes tomadas como objetos curiosos. Los franceses establecieron un asentamiento en el año 1642, momento en el cual el pájaro elefante se había convertido en muy raras. El último murió probablemente en 1649. El primer gobernador francés de Madagascar y el Director de la Compañía Francesa de las Indias Orientales, Étienne-de-Flacourt, escribió, en 1658, "vouropatra - un ave de gran tamaño que habita en las Ampatres y pone los huevos como los avestruces, de modo que la gente de estos lugares no pueden tomarlo, busca los lugares más solitarios ". A la vista de los cazadores humanos, el ave elefante, se retiraba a las regiones más remotas. En 1700, se ha ido para siempre.
El ave elefante era el ave más grande que jamás haya vivido. Fue una ratites, en relación con los avestruces y los emúes, aunque era poco probable que haya sido un corredor rápido. Tenía las piernas y garras enormes garras, alas vestigiales y un cuello largo, de gran alcance. Su cuerpo estaba cubierto de erizadas, pelo-como las plumas, como las de la UEM, y su pico parecía una lanza de cabeza ancha. Se había convertido en un momento en que las aves dominaban la tierra y había existido probablemente en Madagascar durante 60 millones de años. A pesar de su aspecto temible (el legendario ROC fue feroz y se comió los elefantes), era un herbívoro. Tenía poco que temer de otras criaturas nativas de Madagascar, que estaba protegido por su enorme tamaño y si es necesario, puede usar sus patas y el pico pesado para protegerse a sí mismo en conflictos con otros de su propia especie.
Los pájaros parecían avestruces grandes aglomeraciones, con pequeñas cabezas, alas vestigiales, y las piernas largas y fuertes. Estaban de pie de 10 pies (3 metros) de altura y pesaba aproximadamente 1000 libras (455 kg), aunque algunos moas eran más altos, el ave elefante era más robusta construcción. Sus huevos tenían una circunferencia de aproximadamente 3 pies (91 cm), fueron cerca de 13 pulgadas (33 cm) de largo y una capacidad de 2 galones imperiales (9 litros). Esto es el equivalente de huevos de gallina 200 y tres veces el tamaño de los huevos de los dinosaurios más grandes. Los huevos fosilizados todavía se encuentran enterrados en la isla. La foto aquí es de una réplica expuesta en el Museo de Ipswich, en Ipswich, Suffolk, Reino Unido. La isla se han apoyado sólo una pequeña parte, de lenta reproducción de la población y las aves fueron llevados probablemente a la extinción por la caza y el robo de sus huevos por el hombre. El hecho de que había existido durante 60 millones de años (mucho más tiempo que los seres humanos) y adaptarse a un mundo cambiante, muestra que ha sido una especie de gran éxito. Sin embargo, se especializó también a un entorno de isla sin grandes depredadores y fue, por tanto, no adaptado para sobrevivir al contacto con seres humanos agresivos europeos.
Entrada para el Roc de la Historia Natural Harmsworth (1910): Durante un largo periodo de los pantanos de Madagascar han dado las cáscaras de huevos de enormes aves extintas, en busca de que los nativos están acostumbrados a investigar con varillas de hierro, el más grande de estos huevos que tienen una circunferencia de más de más de treinta y seis pulgadas, y una circunferencia de treinta pulgadas. A partir de estos huevos probablemente surgió la leyenda de la "ROC" de los viajeros árabes antiguos, y es, en todo caso, conveniente adoptar ese nombre como la designación popular para los miembros de la familia Aepyornithidae, todos los cuales están incluidos en el Aepyornis género. En el curso de los naturalistas de tiempo se vieron recompensados ​​por el descubrimiento de los huesos de las aves que pusieron estos huevos gigantes, algunos de ellos sigue siendo lo que indica un ave de mayor tamaño de construir que el más gigantesco moa, el metatarso siendo especialmente notable por su masividad. Algunas de estas aves parecen haber tenido cuatro dedos, y todos ellos difieren de moas en ausencia de una cresta ósea en el extremo inferior de la tibia. El cráneo era corto y Moa-como, y el ala parece haber sido totalmente cancelado.
La evidencia fósil indica que varias otras especies de ave elefante, que van desde 3 pies (90 cm) a 10 pies (3 metros), habían vivido en Madagascar, aunque la mayoría había muerto antes de los humanos modernos habían evolucionado. Así como, una Aepyornis otras especies, las más pequeñas, probablemente Mullerornis sobrevivió hasta tiempos históricos. Las razones para la extinción de estas aves son difíciles de determinar ya que no existen registros confiables históricos de la historia pre-europeo de Madagascar. Ellos probablemente fueron cazados por los nativos 1000-2000 años antes del contacto europeo. Esta fue probablemente la caza de subsistencia y no amenazar a los números de las aves. Recolección de huevos por los europeos habría sido mucho más que una amenaza - estos huevos grandes sólo pueden ser establecidas en pequeñas cantidades y las aves, probablemente criado lentamente. La destrucción del hábitat se han planteado una grave amenaza para un ave tan especializada.
GIGANTE MOAOtro gigante volador isla vida pájaro era la de Nueva Zelanda gigante moa (Dinornis giganteus), un miembro de la familia de ratites. Había varias especies de moa, algunos más altos que el ave elefante en 7 pies (2 metros) a la mitad de la espalda y 13 pies (4 metros) a la cabeza (dos veces la altura de un hombre alto), a pesar de sus cuellos, probablemente proyectada hacia adelante como un kiwi en lugar de hacia arriba como por lo general representados. Se construyó más ligeramente que el ave elefante, pero todavía tres veces el peso de un hombre grande de hasta 200 a 275 kg. Los huevos del Moa gigante mide 10 pulgadas (24 cm) de largo y 7 pulgadas (18 cm de ancho). Las mujeres eran 1,5 veces el tamaño y casi 3 veces el peso de los machos, lo que lleva a los científicos la revisión de la clasificación y el Ministerio de Agricultura el número de especies de moa. En el pasado, los hombres y las mujeres habían sido erróneamente consideradas especies diferentes debido a esta diferencia de tamaño. Las moas ocupaban nichos similares a los mamíferos herbívoros en otros lugares.
Nueva Zelanda fue aún más aislado que Madagascar y no tenía mamíferos terrestres, excepto los murciélagos. Los polinesios llegaron a Nueva Zelanda alrededor del siglo 10, convirtiéndose en el maorí. Las formas de vida dominantes son las aves terrestres gigantes que vivían en las márgenes de los bosques semi-tropicales y en las praderas y que los maoríes llaman 'Moa'. El encuentro con los pájaros grandes, los maoríes hicieron leyendas de la moa gigante, llamándolo el Poua-Kai y lo describió como un enorme pájaro de tamaño fabuloso y la fuerza que, en una gran batalla, destruyó la mitad de los guerreros de una tribu poderosa con su terrible garras desgarradoras y el pico de empuje





Moas eran "aves corredoras de gran ratites como el pájaro elefante, pero que habitaban las praderas y los bosques marginales-en un número extraordinario y la variedad. Los científicos luego les dio el nombre de la familia Dinornithidae, de los "pájaros terribles". Los invasores agresivos polinesios se convirtió en una cultura de Moa, la caza y para el moa, que no tenía depredadores en 100 millones de años, el efecto fue devastador.
Al tiempo que los europeos descubrieron las islas en 1770, los moas gigantes habían sido cazados hasta su extinción, la fecha de su extinción oficial se da como 1773. Los europeos no se enteró de la existencia del Ministerio de Agricultura, hasta que los huesos fueron descubiertos en la década de 1830. El número exacto de especies está abierto al debate, la creencia actual es que había 11 especies contemporáneas con el hombre y que los altos cargos se deben a la dimorfismo sexual. Con sólo un depredador natural lo suficientemente grande como para hacerles frente (águila de Haast, otro gigante extinta) fueron las especies dominantes terrestres en las islas. Aunque el moa gigante es la especie que ha capturado la imaginación moderna, otros miembros de la familia moa eran el pavo de tamaño y pesaba poco más de 1 kg. Una característica notable de la anatomía moa, además de su altura, es la falta completa de húmero (brazo de los huesos). Esto quiere decir que no tenía ningún rastro de las alas, ni siquiera un vestigio de la estructura del ala.





Había varias familias de moa. Pachyornis y Emeus fueron cazados hasta la extinción por los maoríes entre 1100 y 1500. El fornido de tamaño mediano Euryapteryx pudo haber sobrevivido hasta el 1700. Moas pigmeos, 3 pies de altura -4 (90 - 120 cm) de la Anomalopteryx géneros y Megalapteryx muerto en 1800, perseguido por tanto los maoríes y los europeos, aunque hay evidencia de que uno de los moas pigmeos pueden haber sobrevivido en el siglo 20 y puede posiblemente todavía existen en el desierto de Fiordland. En el momento en que los europeos habían dado cuenta de la importancia del descubrimiento de los moas gigantes, las aves estaban casi extintos.
En 1838, el inglés John Regla trajo un fragmento de una enorme pierna de hueso de Nueva Zelanda. Se investigó por el paleontólogo Richard Owen en Londres, pero incluso entonces muchos la calificaron de un engaño o un mito. Le tomó varios años más y los huesos muchos más para convencer a los naturalistas que el moa existían. Un envío de los huesos de moa fue enviado en 1843 por el geólogo y misionero, reverendo William Williams. Había estudiado las aves, y había grabado un avistamiento de dos balleneros ingleses cerca de Cloudy Bay, en Estrecho de Cook en 1842: "los indígenas no había mencionado a un inglés de un partido de la caza de ballenas que no era un pájaro de tamaño extraordinario para ser visto sólo por la noche en la ladera de una colina cerca de allí, y que él, con los nativos y el segundo inglés, fue hasta el lugar, que después de esperar algún tiempo vieron a la criatura a cierta distancia, lo que ellos describen como catorce o dieciséis metros de altura. Uno de los hombres propuestos para ir más cerca y disparar, pero su compañero era tan sumamente aterrorizado, o tal vez dos, que estaban satisfechos con el examen de él, cuando en poco tiempo tomó la alarma y se dirigió a la montaña ".
En la década de 1850, residente de Nueva Zelandia, John White, se entrevistó con varios cazadores de focas que dijeron haber comido moas en la Isla Sur, lo que indica que algunas aves han llegado hasta tan tarde como 1850. El relato más detallado de los moas gigantes procedían de una antigua maorí en la Isla Sur, que describe la apariencia de las aves, hábitat, hábitos de alimentación y anidación. Él describió cómo los maoríes feroz, moas auge de sexo masculino, guardadas las hembras anidadoras. También describió cómo los pájaros fueron cazados y comidos. Otro maoríes moa cazador describió cómo el Ministerio de Agricultura se defendió a patadas. Sus huevos fueron tomados como alimento y como curiosidades por los europeos. En 1865, un huevo de moa que contiene un embrión fue descubierto cerca de Cromwell.
Entrada de Moa en la Historia Natural Harmsworth (1910): El destino inminente en el caso de los kiwis desde hace mucho tiempo ha superado a sus primos gigantes extintos del MOEA (familia Dinornithidae), que ya había desaparecido de Nueva Zelanda, cuando las islas fueron colonizadas primero de Europa , aunque hay buenas razones para creer que se vivió hasta en los últimos quinientos o cuatrocientos años, si no a una fecha posterior considerablemente. Estas aves, de las cuales no sólo los huesos, pero en algunos casos han sido de la piel seca, plumas, y cáscaras de huevo, así como las piedras que se encontraban en el hábito de tragar, conservados en los depósitos superficiales de Nueva Zelanda, alcanzó un maravilloso desarrollo en esas islas, donde estaban a salvo de la persecución hasta que el hombre apareció en la escena.
No sólo los miembros más grandes del grupo superan con creces el avestruz de tamaño, pero eran extraordinariamente numerosos en especies, como lo fueron también en los individuos, como una exuberancia maravillosa de la gigantesca ave de la vida es desconocido en otras partes de la faz de la tierra en un área tan pequeña. En cuanto a tamaño, las más grandes de moas podría haber sido, pero poco menos de 12 pies de altura, la tibia es considerablemente más de un metro de largo, mientras que los más pequeños no eran más grandes que un pavo. En referencia a sus números, cabe mencionar que hay una veintena de especies, distribuidos en seis géneros, y la superficie de muchas partes del país, así como las ciénagas y pantanos, que literalmente invadieron con sus huesos.
Algunos de los moas tenía cuatro dedos en el pie, y otros tres, pero todos difieren de los kiwis en tener una cresta ósea en la ranura de los tendones extensores de la tibia. Son, por tanto, evidentemente, los miembros menos especializados de la orden mencionado todavía, al ver que este puente está presente en la mayoría de las aves que vuelan, y, evidentemente, ha perdido en todo el ratites existente. Aunque está de acuerdo en algunas partes de su organización con los kiwis, las moas se distingue por el pico corto y la presencia de post-ejes de las plumas, mientras que en las formas más grandes, en todo caso, no sólo era el ala, pero el hombro del mismo modo el conjunto cintura, con ganas. Hay, sin embargo, la razón para creer que las moas pigmy ciertos-que desde su tamaño eran evidentemente los miembros más generalizadas del grupo - retenido algunos de los huesos conectados con el ala.
Moas estuvieron representados por varias modificaciones estructurales muy diferentes, más grande es el de patas largas, o verdadero, moas (Dinornis), que se caracteriza por las largas y delgadas piernas comparativamente los huesos, y también los cráneos grandes y deprimido. En marcado contraste con éstos eran los de patas cortas, o con la izquierda de elefante, moas (Pachyornis), en el que las extremidades de los huesos son notables por su forma corta y masiva, el metatarso es sobre todo notable en este sentido. En estas aves el cráneo es abovedado y el pico estrecho y fuerte, pero en el algo más pequeño y menos firmemente extremidades-amplio de pico moas (Emeus) es ancho, romo y redondeado. La otra especie, en todo lo cual fue el pico afilado y estrecho, son de estatura relativamente pequeña, e incluye representantes de los más pequeños de la familia, algunos de los cuales tenían menos de un metro de altura. Los huevos de los moas eran de un color verde pálido, y se formaron probablemente el alimento favorito de los maoríes, por el cual estas aves WCRE evidentemente, exterminados.
Varios esqueletos se exhiben en museos de Nueva Zelanda y Europa, y hay modelos y reconstrucciones sobre la base de estos esqueletos, en las plumas de forma natural en conserva y en los cuentos orales de las aves y de su pariente más pequeño, el kiwi. Se cree que los moas se parecía a los kiwis de varias maneras, que eran la vida comunal y que los huevos se cernía por los machos.Sin necesidad de mirar hacia fuera para los depredadores, su cabeza se llevaron, probablemente hacia delante, como el kiwi, en lugar de hacia arriba como un avestruz.

Otro gigante de la isla, el emú de Tasmania, ha sido extinguido desde la década de 1850 en Tasmania y desde la década de 1830 en la Isla Canguro (a 90 millas x 35 millas isla a 144 km x 56 km). A diferencia de Nueva Zelanda, Australia tenía una gran variedad de mamíferos marsupiales y aves no se convirtió en la forma de vida dominante. El emú de Tasmania era más pequeño que el emú de Australia y se extinguió en 1850. El enano de Tasmania emu fue aniquilado en 1830. Ambos fueron exterminados por el hombre y por los incendios forestales iniciados por el hombre. Kangaroo Island fue descubierta en 1802 y resuelta por los balleneros y los selladores. Su emus fueron eliminados en 30 años. Australia emus sobrevivir en el continente australiano, a pesar de la caza extensiva entre los años 1920 y 1940.
Fuente: Criaturas raros y extintos - Moa & Elephant Bird