Mostrando entradas con la etiqueta Vertebrados. Los anfibios.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vertebrados. Los anfibios.. Mostrar todas las entradas

Los Anfibios.

Los modernos tritones, salamandras, ranas y sapos son los supervivientes de los anfibios que por primera vez se aventuraron por la tierra hace unos 370 millones de años.
Su pionera colonización de la tierra no ha resultado, sin embargo, un éxito completo, ya que los anfibios deben regresar al agua para reproducirse.
Fueron sus descendientes, los reptiles, los que realmente conquistaron la tierra.
La propia palabra anfibios define la cualidad esencial de estos animales, pues significa "doble vida".
Es una referencia a su capacidad para vivir en dos mundos: el mundo del agua, que todavía habitan sus antepasados, los peces, y el mundo de la tierra, que han heredado sus descendientes, los reptiles.
Al salir del huevo, las larvas de los anfibios están adaptadas para la vida en el agua: tienen agallas y una cola que les sirve para nadar.
Más adelante, mediante un cambio bastante rápido en su estructura (una metamorfosis), las larvas pierden estas características y las sustituyen por pulmones y unas robustas extremidades que les permiten adaptarse a la vida en tierra.

Existen varias razones para creer que los anfibios fósiles de la Era Paleozoica pasaban por una fase similar de desarrollo larvario.
En algunos casos, se han encontrado especímenes pequeños que conservan indicios de las agallas, así como una serie de formas progresivamente más grandes, que los vinculan con un adulto sin rastro de agallas.
En otros casos, como en Seymouria, la cabeza de los ejemplares jóvenes presenta vestigios de los conductos donde se localizaban los órganos sensoriales de la línea lateral (heredados de sus antepasados los peces), conductos que sólo pudieron resultar útiles en el medio acuático de la fase larvaria.
Por último, algunos anfibios vivos, como el Necturus, de América del Norte, han regresado a la vida acuática y conservan en la fase adulta las agallas que previamente sólo poseían las larvas.
Lo mismo sucedía con algunos de los anfibios paleozoicos, como Gerrothorax, con sus tres pares de agallas plumosas.

Los problemas de la respiración en tierra
Aunque una de las características más evidentes de los anfibios vivos es la humedad de su piel, éste es en realidad uno de los rasgos que más los diferencian de sus antepasados paleozoicos.
La mayoría de los anfibios modernos complementan el intercambio respiratorio normal, que tiene lugar a través de los pulmones, con la respiración a través de la piel húmeda.
Sin embargo, esta característica limita su tamaño y su forma de vida.
Muchos anfibios paleozoicos tenían el cuerpo revestido de escamas o corazas, y muchos alcanzaron un tamaño considerable.
Estos dos hechos indican que los primeros anfibios todavía no habían desarrollado el sistema de respiración a través de la piel que poseen sus descendientes vivos.
Por lo tanto, los arcaicos anfibios que salieron del agua para vivir en la tierra debieron de tener la piel impermeable, escamosa o con la consistencia del cuero, para evitar la pérdida de agua.
Con este revestimiento, lo más probable es que fueran animales lentos y voluminosos.

Un origen controvertido
Los paleontólogos coinciden en que los anfibios deben de haber evolucionado a partir de uno de los tres grupos de peces de aletas carnosas: los peces pulmonados o dipnoos, que han sobrevivido hasta el presente; los celacantos o actinistíos, que también han sobrevivido, o los extinguidos ripidistios (porolepiformes u osteolepiformes).
Los músculos y el esqueleto óseo de las aletas carnosas pares de estos peces constituyen una estructura que fácilmente podría haber evolucionado hasta convertirse en las extremidades de un anfibio primitivo.
Del mismo modo, existen pocas dudas sobre la posibilidad de que estos peces poseyeran pulmones como los de los anfibios.
Por ejemplo, los peces pulmonados que viven en la actualidad los tienen, y una estructura similar (aunque única) se observa en los actuales celacantos.

Por lo tanto, es probable que los ripidistios extinguidos también tuvieran pulmones.
Además, tanto los peces pulmonados como los ripidistios presentan aberturas en el paladar semejantes a los orificios nasales internos de los anfibios.
La mayoría de los paleontólogos consideran que los anfibios evolucionaron a partir de los peces ripidistios, basados en la notable similitud entre los huesos del cráneo y de las aletas o extremidades de ambos grupos.
No obstante, otros paleontólogos sostienen que los ancestros de los anfibios fueron los peces pulmonados o dipnoos, ya que el desarrollo de los pulmones, los orificios nasales y las extremidades de los dipnoos vivos son notablemente similares a los de los anfibios modernos.

Una oportunidad evolutiva
Sea cual fuere el grupo a partir del cual evolucionaron los anfibios, lo interesante es establecer por qué abandonaron las aguas ancestrales para aventurarse por la tierra, haciendo frente a las temperaturas variables y al riesgo de deshidratación.
En un principio se creyó que este cambio evolutivo había tenido lugar en una ambiente expuesto a sequías estacionales.
En tales condiciones, un pez que pudiera abandonar la laguna o el río a punto de secarse y que se desplazara por la tierra en busca de un estanque que todavía tuviera agua, tendría considerables ventajas en relación con los demás.

No obstante, según la teoría más reciente, es más probable que la presión de los predadores en las propias aguas haya sido lo que empujó a los peces hacia las orillas.
Equipados con sus pulmones y sus robustas aletas carnosas, es posible que los jóvenes sarcopterigios salieran del agua y se desplazaran por las orillas para huir de los peces predadores más grandes.
Una vez en tierra, habrían encontrado alimento en abundancia en los insectos, los gusanos, los caracoles y otros invertebrados que vivían en el barro y en la húmeda vegetación.
Esta fue la oportunidad determinante de los fundamentales cambios evolutivos que tuvieron como resultado la aparición de los primeros anfibios.

Los anfibios del Paleozoico, extinguidos desde hace 200 millones de años, se dividen en dos grupos principales. Las formas más grandes están reunidas bajo la denominación de laberintodontos (divididos a su vez en temnospóndilos y antracosaurios), mientras que las formas mós pequeñas reciben el nombre delepospóndilos.
Como se sabe muy poco de las primeras fases de la evolución de los anfibios en el período Carbonífero, los paleontólogos no pueden establecer con certeza los vínculos que unen a los diferentes grupos y ni siquiera las relaciones existentes dentro de un mismo grupo.

Difusión de los anfibios
El anfibio más antiguo, Ichthyostega, fue hallado en Groenlandia, en rocas correspondientes a finales del Devónico.
Por aquella época, hace unos 370 millones de años, Groenlandia formaba parte de un continente euramericano que se encontraba cerca del ecuador y que se extendía desde el oeste de la actual Norteamérica hasta Europa oriental.
Un rasgo notable en la distribución de estos anfibios primitivos y de sus parientes, los reptiles, es que hasta mediados del período Pérmico (unos 100 millones de años más tarde) casi todos los hallazgos se han realizado en tierras de ese antiguo continente euramericano.
Este hecho constituye una base suficiente para afirmar que este continente fue el punto de partida donde anfibios y reptiles comenzaron a evolucionar y a diversificarse.
Sólo después de mediados del Pérmico, cuando Asia y la masa continental meridional de Gondwana se habían fundido una vertebral con Euramérica para formar el supercontinente denominado Pangea, los anfibios y los reptiles se difundieron por todo el mundo.

En la época de principios del Carbonífero (Mississippiense), inmediatamente posterior al Devónico, se produjo un aumento en la diversidad de los anfibios paleozoicos.
De esta época se conocen 20 géneros, agrupados en 14 familias, que abarcan los dos tipos de laberintodontos, así como lepospóndilos carentes de extremidades.
Casi todos estos anfibios eran acuáticos o semiacuáticos.
A fines del Carbonífero (Pennsylvaniense), gran parte del continente euramericano estaba constituido por tierras bajas y pantanosas de clima tropical.
Sobre las ciénagas se erguían elevadas coniferas, de 15 a 40 m. de altura, y heléchos que alcanzaban los 7,5 m.
Abundaban también los heléchos de semilla y otras plantas más pequeñas.

Una variedad de insectos, arácnidos y miriápodos pululaban por el rico lecho de hojas en descomposición que alfombraban la selva.
Entre los árboles volaba una gigantesca libélula, Meganeura, con una envergadura de hasta 76 cm., mientras que un enorme artrópodo de hasta 2 m. de longitud, el Arthropleura, se alimentaba del lecho de hojas muertas.
Esta espesa acumulación de hojas formaría con el tiempo los ricos yacimientos de carbón que se explotan desde hace tiempo en América del Norte y Europa.
En los lagos y los ríos de este paisaje de fines del Carbonífero abundaban los más diversos peces, que constituían vasta fuente de alimento.

La fauna total de anfibios conocidos de fines del Carbonífero se compone de más de 70 géneros, agrupados en 34 familias con representantes de todos los órdenes del Paleozoico.
A continuación, durante el período Pérmico, los anfibios paleozoicos alcanzaron su grado máximo de diversidad, con casi un centenar de géneros conocidos, correspondientes a 40 familias.
Sin embargo, durante los 40 millones de años del Pérmico se produjo un interesante cambio.
Los anfibios de principios del Pérmico se conocen sobre todo por los yacimientos de Red Beds, en Texas, que al parecer se formaron en una llanura aluvial o en un delta semejante al del actual río Mississippi.

Los anfibios compartían esta región con los pelicosaurios, tipos primitivos de reptiles semejantes a mamíferos.
Por esta época, los anfibios dieron un giro decisivo en favor de la vida terrestre.
Alrededor del 60 % de los laberintodontes eran terrestres, otro 15 % eran semiterrestres y sólo el 25 % eran exclusivamente acuáticos.
No obstante, esta tendencia habría de suponer el máximo en el grado de conquista de la tierra alcanzado por los anfibios.
Las Karroo Beds de África meridional, de fines del Pérmico, revelan una fauna anfibia en la que los tipos acuúticos y terrestres de laberintodontos tienen un grado de diversidad comparable, y en la que la mayoría de las formas terrestres presentan una coraza protectora.
Este espectacular retroceso se debií al auge de los terápsidos, los reptiles antepasados de los mamíferos, que claramente habían desplazado a los anfibios de la mayoría de los nichos terrestres recientemente aquiridos.

La desaparición de los antiguos anfibios
El período Triásico fue testigo de la exclusión definitiva de los antiguos anfibios del ambiente terrestre.
Aunque de esta época se conocen más de 80 géneros, sólo corresponden a unas 15 familias y todos son laberintodontos temnospóndilos.
Casi sin excepción, eran acuáticos, aunque algunos alcanzaban tamaños considerables. El más grande de los anfibios conocidos, Porotosuchus, procedente del sur de África, medía probablemente más de 4 m. de longitud.
La larga existencia de los laberintodontos estaba tocando a su fin.
Del período Jurásico sólo se conocen dos géneros, uno en Australia y el otro en China.
Por esta época ya habían aparecido los antepasados de los actuales anfibios de piel húmeda.
La primera rana, Triadobaatrachus, data de principios del Triásico y ha sido hallada en Madagascar; en rocas del Jurásico se han encontrado los huesos del primer urodelo (grupo al que pertenecen las salamandras y los tritones modernos).
El otro orden de anfibios modernos, los cecílidos, son prácticamente desconocidos en el registro fósil. 

Los antecesores de los reptiles: Los anfibios

  Las actuales salamandras, ranas y tritones  son  los supervivientes de los  primeros peces –anfibio, que se aventuraron a colonizar la tierra, aunque no lo lograron plenamente. El nombre que define su grupo “anfibios”significa, etimológicamente DOBLE-VIDA , y define con exactitud la cualidad esencial de estos animales, en alusión a su capacidad para vivir en dos mundos: el acuático, en el que habitaban sus antepasados los peces , y el terrestre , que heredaron  sus sucesores, los reptiles. 
            Nada más salir del huevo, las larvas de los  anfibios  ya están adaptadas para vivir en el agua, merced a sus branquias y a la cola que les sirve para nadar. No  obstante , a medida que crecen, cambian su morfología y sustituyen sus branquias por pulmones, a la vez que desarrollan unas robustas extremidades que les  permiten caminar por tierra firme.
            Existen varias razones para creer que los anfibios fósiles de la era  Paleozoica atravesaban una fase similar a la de los actuales anfibios, de desarrollo larvario, pues una serie de formas progresivamente  más grandes, que los vinculan con un adulto sin rastro de branquias.

Eryops
El Eryops fue un anfibio que vivió durante el pérmico (hace unos 250 millones de años). Estaba bien adaptado a los ambientes terrestres y acuáticos. Sus dientes afilados indican que era un carnívoro, semejante a un aligátor tanto en su apariencia como en sus hábitos. Tenía una estructura corporal fuerte y pesada, llegando a medir unos 2 metros. Parece ser que vivía la mayor parte de su vida en el medio terrestre, en lo que hoy son los estados de Oklahoma, Nuevo México y Texas (EEUU).
            Si bien  uno de los rasgos más evidentes de los anfibios hoy existentes es la humedad de su piel, ésta es, en realidad  , una de las características que más los diferencia de sus antecesores paleozoicos.
            La mayor parte de los anfibios actuales completan su respiración pulmonar con la respiración cutánea a través de su húmeda piel. Sin embargo, esta característica limita su tamaño  y su forma de vida.
            En cambio en , la era paleozoica numerosos anfibios tenían el cuerpo revestido de escamas o corazas y muchos de ellos alcanzaron un tamaño gigante. Esto indica que los primeros seres semiterrestres aún no habían desarrollado el sistema respiratorio a través de la piel, que poseen sus descendientes  vivos, por lo que ésta debía ser impermeable, escamosa, con probablilidad  que fueran animales lentos y voluminosos.
            Los paleontólogos afirman que los anfibios  deben de haber evolucionado a partir de uno de los dos grupos de peces con aletas carnosas, que  aparecieron a finales del Silúrico: los peces pulmonados conocidos  como Dipnoos,  o los extintos Ripidistios, constituyen una estructura que fácilmente podría haber  evolucionado hasta convertirse en las extremidades de un anfibio primitivo. Aunque existen algunas discrepancias, la mayoría de los paleontólogos considera que los anfibios evolucionaron a partir de los peces Crosopterigios, y se basan en la notable similitud de los huesos del cráneo y de las aletas de estos peces, con los primeros.

Diferentes Anfibios primitivos
         Con obligación de abandonar el agua
Sea cual fuere el grupo a partir del que evolucionaron los anfibios, por
algún motivo, se vieron obligados a abandonar las aguas para adentrarse
en tierra firme y hacer frente al riesgo de deshidratación.
Primeramente, se estimo que este cambio evolutivo había tenido lugar
en un ambiente expuesto a sequías estacionales. En esas condiciones un
pez  que pudiera abandonar el río o la charca a punto de secarse y
lograra desplazarse a la tierra en busca de estanques que mantuviese
algo de agua tendría grandes ventajas para sobrevivir .
                            
                                  Anfibios primitivos                          Pelicosaurios (Reptil) antecesores de los mamíferos
Sin embargo, la teoría más reciente apunta a que su abandono del
mundo acuático se debió a la presión ejercida por los predadores
de las aguas, que empujaron a los peces más débiles a las orillas.
Es probable que éstos, provistos de robustas aletas carnosas y de pulmones,
salieran fuera del agua y se desplazaran por la orilla para huir de sus
perseguidores, los peces de mayor tamaño. Una vez en tierra, se alimentaron
de los abundantes insectos, caracoles y gusanos que vivían entre el barro
y la húmeda vegetación de la orilla.
Los anfibios del paleozoico, todos ellos extinguidos hace 200 millones de años,
se dividen en dos grupos principales: los Laberintodos –son los mas grandes
y están divididos a su vez, en Temnospóndilos y antracosaurios-, y los Lepospódilos
-los mas diminutos-.
Los Laberintodóntidos fueron los primeros en visitar la tierra. 

El origen de los anfibios.

 

Picture
Eusthenopteron(Rhipidistia)
Los Sarcopterygii o peces lobulados, aparecen en le devónico temprano, cerca de 408 mil millones de años. Incluyendo peces pulmonados y celacantos de los cuales pocos están aún vivos,así como grupos extintos como rhipidistians. Rhipidistians tendrían una aleta caudal, como también un par de aletas,y un esqueleto con varios huesos grandes. han sido descritos recientemente de depósitos de hace más de 13 millones de años. Younger (Clack 2002). 

La transición  de rhipidistians a ichthyostegids esta marcado por un mosaico evolutivo (las extremidades son intermediarios entre estos peces lobulados y los anfibios mas tardíos).




 

 

Picture
Los cinco huesos basales soportando la aleta pélvica son similares a aquellos en la pierna posterior de Ichthyostega.Ichtyostega: No posee barras branquiales osificadas, presenta mayor desarrollo de las extremidades, y mayor capacidad de locomoción terrestre.

 

Picture
El caso del cerebro consistía en  dos unidades móviles y estaba rodeado de huesosdérmicos con  líneas de canales laterales.
En el caso del cerebro, la caja craneana dérmica y las líneas laterales de los canales son similares en los rhipidistians y  Los ichthyostegids.







Picture
Ichthyostega
Los primeros anfibios definitivos son del devónico tardío, son losichthyostegids. Los ichthyostegids serian acuáticos y diferentes a la mayoría de los tetrápodos,los cuales tienen cinco o pocos  dígitos (dedos) y un gran número varía en sus dígitos. 
 

 

Picture
anfibios.pdf
Download File

los_vertebrados.pdf
Download File

ntroduccion_anfibios.pdf
Download File

primeros_animales_terrestres.pdf
Download File

el_tiktaalik.pdf
Download File

dinosdegondwana.pdf
Download File


Clasificación

Clase ANFIBIOS

Subclase Labirintodontos (†)
Subclase Lepospóndilos (†)
Subclase Lisanfibios
     Orden Urodelos o Caudados
       Suborden Criptobrancoideos
        Familia Hinóbidos Familia Criptobranquidos
       Suborden Sirenoideos o Meantes
        Familia Sirénidos
       Suborden Salamandroideos
        Familia Salamándridos Familia Proteidos Familia Nectúridos Familia Anfiúmidos
       Suborden Ambistomatoideos
        Familia Abistomatidos (+Dicamptodóntidos) Familia Pletodóntidos o Pleurodóntidos
     Orden Anuros
      Suborden Arqueobatracios   Superfamilia Discoglosoideos
        Familia Leiopelmátidos (+Ascáfidos) Familia Discoglósidos
        Superfamilia Pipoideos
        Familia Rinofrínidos Familia Pípidae
        Superfamilia Pelobatoideos
          Familia Pelobátidos (+Pelodytidae)
       Suborden Neobatracios   Superfam. Bufonoideos
        Familia Miobatrácidos (+Heleofrínidos) Familia Pelodriádidos Familia Leptodactílidos Familia Bufónidos (+Atelopódidos) Familia Braquicefálidos Familia Dendrobátidos Familia Rinodermátidos Familia Pseúdidos Familia Hílidos (+Filomedúsidos) Familia Centrolénidos Familia Sooglósidos
        Superfamilia Ranoideos
        Familia Microhílidos (+Frinoméridos) Familia Ránidos Familia Hiperóiidos Familia Racofóridos
       Orden Gimnofionas o Ápodos
        Familia Rinatremátidos Familia Ictiófidos Familia Tiflonéctidos Familia Cecílidos Familia Escolecomórfidos

Definición.

Los anfibios fueron los primeros vertebrados que colonizaron la tierra, hace más de 400 millones de años. Aunque eran capaces de vivir sobre la tierra, ponían sus huevos en el agua y eran, por tanto, semiterrestres. Desde el Carbonífero Superior en adelante, la evolución de los anfibios fósiles siguió dos caminos evolutivos principales. Uno de ellos condujo a los grupos modernos, ranas, salamandras y Cecilias. El otro dio lugar a los reptiles, animales que desarrollaron un huevo impermeable, lo que les permitía reproducirse en tierra y convertirse en completamente terrestres.
Andrias.jpg

Rana.jpg

Los anfibios

Los anfibios son los primeros vertebrados que se han adaptado a la vida terrestre, pueden distinguirse de los peces provistos de coanas, sus predecesores, principalmente por sus miembros pentadáctilos, por la ausencia de radios en las aletas impares (cuando estas existen) y por la presencia de un oído medio.
Típicamente los anfibios respiran por medio de branquias en los diversos estadios larvarios y por pulmones cuando adultos. Las branquias son conservadas por algunos urodelos adultos y la piel, que suele ser desnuda, juega un importante papel en la respiración. El cráneo es autostílico y el hiomandibular libre se ha convertido en una columella auris, situada en la parte superior del esráculo, entre el oído interno y la membrana timpánica, que se extiende sobre la parte exterior del cráneo. En todos (salvo unas pocas formas primitivas) existe una abertura junto a la cápsula auditiva, llamada ventana oval, a través de la cual la columella auris transmite las vibraciones del sonido al oído interno.
El cráneo se ha vuelto móvil respecto al esqueleto y musculatura. El cráneo se ha vuelto móvil con respecto a la columna vertebral, engarzado con ésta por medio de uno o dos cóndilos.
Los anfibios provienen de los peces sarcopterigios de los que adquirieron la respiración pulmonar derivada de aquellos primitivos pulmones surgidos a partir de la vejiga natatoria.

  


La evolución de los anfibios fósiles.


Anfibios
Anfibios_Diplocaulus
Desde el Carbonífero Superior en adelante, la evolución de los anfibios fósiles siguió dos caminos evolutivos principales.
Uno de ellos condujo a los grupos modernos, ranas, salamandras y Cecilias.
El otro dio lugar a los reptiles, animales que desarrollaron un huevo impermeable, lo que les permitía reproducirse en tierra y convertirse en completamente terrestres.





MEGALOCEPHALUS

De este anfibio primitivo sólo se conoce su cráneo tipo cocodrilo. Sus órbitas oculares se ensanchaban por delante adquiriendo una forma de ojo de cerradura.
HABITAT Superpredador de los marjales de] Carbonífero Superior.
Orden. Temnospondyli
Familia. Baphetidae
Nombre informal. Anfibio


DIPLOCAULUSLos cráneos de los adultos son aplanados, en forma de bumerán, y miden hasta 40 cm de una punta a otra de los cuernos. La charnela de la mandíbula inferior está situada justo detrás de las órbitas oculares, así que la abertura bucal era muy pequeña. Las vértebras son simples estructuras óseas con suturas y tienen articulaciones anchas y planas, que permiten una torsión lateral.
HABITAT Anfibios_Diplocaulus vivía en lagos y ríos.
OBSERVACIÓN Es probable que el cráneo en forma de bumerán actuase como una hidroala. Cuando se inclinaba hacia arriba, generaba un empuje que permitía que el animal se elevara por el agua.

RANA
rana
El cuerpo es corto, la cabeza puntiaguda con grandes ojos y tímpanos. Las patas traseras largas y poderosas y los pies grandes
En el caso de las ranas, el huevo se forma por fecundación externa en el agua. Está rodeado de una masa gelatinosa. Luego, se desarrolla el embrión, y más tarde nace el renacuajo. Éste posee una cola para facilitar el movimiento en el agua y respira por branquias. A medida que comienzan a crecer, se desarrolla su cabeza. Entre las 3 y 4 semanas comienzan a perder la cola y las branquias para transformarse en animales terrestres, y por lo tanto aparecen las patas. Cuando termina el proceso de desaparición de la cola, se convierte en una rana joven. Tardan 4 años en alcanzar la madurez sexual.