Los anfibios

Los anfibios son los primeros vertebrados que se han adaptado a la vida terrestre, pueden distinguirse de los peces provistos de coanas, sus predecesores, principalmente por sus miembros pentadáctilos, por la ausencia de radios en las aletas impares (cuando estas existen) y por la presencia de un oído medio.
Típicamente los anfibios respiran por medio de branquias en los diversos estadios larvarios y por pulmones cuando adultos. Las branquias son conservadas por algunos urodelos adultos y la piel, que suele ser desnuda, juega un importante papel en la respiración. El cráneo es autostílico y el hiomandibular libre se ha convertido en una columella auris, situada en la parte superior del esráculo, entre el oído interno y la membrana timpánica, que se extiende sobre la parte exterior del cráneo. En todos (salvo unas pocas formas primitivas) existe una abertura junto a la cápsula auditiva, llamada ventana oval, a través de la cual la columella auris transmite las vibraciones del sonido al oído interno.
El cráneo se ha vuelto móvil respecto al esqueleto y musculatura. El cráneo se ha vuelto móvil con respecto a la columna vertebral, engarzado con ésta por medio de uno o dos cóndilos.
Los anfibios provienen de los peces sarcopterigios de los que adquirieron la respiración pulmonar derivada de aquellos primitivos pulmones surgidos a partir de la vejiga natatoria.