
Conservado en ámbar en el Valle de Hukawng en Myanmar (Birmania), se trata de uno de los fósiles más raros encontrados hasta la fecha
, y se estima que tiene entre
97 y 100 millones de años de antigüedad.
Congela el momento en que una araña joven ataca a una avispa en su red,
y contiene también el cuerpo de una araña macho adulta sostenida sobre
la misma telaraña, lo que indica que en aquella época ya existía
comportamiento social entre
los arácnidos, y no eran solo "caníbales solitarios".La resina vegetal que forma
el ámbar es conocida por su capacidad para fluir sobre los insectos y otras formas de vida y conservarlos a la perfección. La araña encontrada en este fósil, según cuentan sus descubridores en la revista Historical Biology,
posiblemente llevaba varias horas esperando con paciencia para llevarse
un bocado a la boca, y justo cuando tenía una presa entre las manos
quedó envuelta en resina.Aunque los científicos sospechan que las arañas son invertebrados que existen