Encuentran los fósiles más antiguos


Los montículos fosilizados son del mismo tipo de los buscados por astrobiólogos en Marte

Ian Burch, del Centro de Astroobiología Austrialiano junto a los montículos de microbios fosilizados. Foto: AP
Washington DC,  Estados Unidos (8 junio 2006).- Unos montículos extraños descubiertos en Australia están formados por los fósiles más antiguos del planeta, creados por billones de microbios hace más de 3 mil millones de años, indicaron varios científicos en un nuevo informe.

Y esos montículos son del tipo buscado por los astrobiólogos en Marte y otros cuerpos celestiales para comprobar la existencia de vida.

Un estudio que será difundido en el número de la revista Nature que sale a la venta el jueves indica que los montículos que salpican una amplia superficie del occidente de Australia son los fósiles más antiguos de la Tierra. Los científicos creen que los antiguos microbios fueron los responsables de su formación.

"Se trata de las primeras pruebas fehacientes en el historial de los fósiles; es realmente la primera prueba concluyente", dijo el director del estudio, Abigail Allwood, un investigador del Centro Australiano para la Astrobiología.

"Es un antepasado de la vida. Si se consideran todas las formas de vida que florecieron en este planeta, es quizá aquí donde comenzaron".

Los montículos tienen formas diferentes, como contenedores de huevos, churros recién exprimidos o las olas del mar. Son llamados estromatolitos y han sido estudiados desde hace tiempo, pero la gran incógnita era si en alguna ocasión contuvieron formas de vida.

La investigación de Allwood, que incluye el examen de miles de montículos y su agrupamiento en siete subtipos, es la más amplia y convincente que confirma esa teoría, según una experta que no formó parte de su equipo.

"Es la mejor apuesta de que se trata de la mejor prueba de la vida más antigua en la Tierra", dijo Bruce Runnegar, director del Instituto Astrobiológico de la NASA en Moffett Field, California.

Estas estructuras "son muy complicadas para ser atribuidas a un proceso no biológico _ aunque no sabemos con certeza".
Según Allwood, su estudio demuestra la existencia de vida en esos montículos al contemplar cómo los estromatolitos se configuran con las formaciones rocosas de su entorno, entre ellas y los acontecimientos que habrían ocurrido en la Tierra en aquel entonces. Una de las pruebas definitivas fue agruparlos en siete subtipos repetidos, lo que indica que no eran formaciones ocurridas al azar.

"La simple abundancia de material y su encaje en un contexto" demuestra que su formación se debe a organismos vivientes, insistió Allwood.