A pesar de que, como periodo geológico, se extiende hasta nuestros días, el estudio del Holoceno se extiende hasta la invención de la escritura. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia, hace unos 5.000 años.
LA SUPEREXPLOSIÓN DEL TOBA
El Toba fue un supervolcán que se encontraba en Sumatra y hace 74.000 años su caldera explotó de una forma tan violenta que supuso la casi extinción de nuestra especie. Esta caldera tenía aproximadamente la superficie que tiene ahora el lago que dejó en su lugar, unos 100 km de largo y 60 km ancho. Esto supuso un cambio climático en la Tierra durante muchos años. La radiación solar no podía llegar a la superficie porque la estratosfera estaba totalmente colapsada. La luz no penetraba para alimentar a las plantas y los animales (entre ellos nosotros) no podían alimentarse de ellas ni de otros animales porque escaseaban. Los veranos se hicieron más frescos, la nieve no se derretía y se acumulaba para el invierno siguiente. Para remontarnos en nuestra historia evolutiva no hay nada como el ADN mitocondrial, es decir, aquel que vive alojado en las mitocondrias de las células y no en el núcleo. Este ADN mt se transmite únicamente por vía materna y, por su peculiaridades, es el único que nos habla de las mutaciones y cambios habidos en nuestra especie, es decir: si ha habido un aumento de la población y cuándo, si ha habido un descenso, si una población se ha mezclado con otra, etc. Dos genetistas, Lynn Jorde y Henry Harpendin, averiguaron que en la historia de la humanidad hubo un momento en el que la población descendió de forma alarmante. Sólo sobrevivieron unos pocos miles, pero no sabían por qué. Fue un antropólogo, Stanley Ambrose, quien relacionó la explosión del Toba con la casi extinción de nuestra especie.
Los genes del ADN mitocondrial se heredan solo de la madre por medio de las mitocondrias del óvulo (la mitocondria del espermatozoide no penetra). En razón de ello pueden reconstruirse las migraciones humanas. A medida que Homo sapiens se trasladó de un continente a otro su ADN mitocondrial fue acumulando mutaciones no patogénicas y este "registro" quedó en las mitocondrias de las mujeres, las secuencias de pares de bases se fueron haciendo distintivas de las secuencias en otros continentes. Al agrupar las secuencias relacionadas de un continente y compararlas con las agrupadas de los diversos continentes, se puede determinar el grado de parentesco de las mujeres de distintos lugares. También puede deducirse de estos estudios cuales continentes se colonizaron primero, la mayor frecuencia de variación del ADN mitocondrial en un continente indica una mayor antigüedad en el mismo. Las poblaciones africanas son más antiguas, porque poseen el mayor grado de variación mitocondrial , los asiáticos, europeos y los aborígenes de América, muestran progresivamente una variación menor. El momento exacto en que se colonizó cada continente puede estimarse solamente de una manera aproximada. Los datos dependen del ritmo con el que la molécula de ADN mitocondrial fue acumulando mutaciones. La tasa de mutaciones es bastante constante (cada 2000 a 3000 años), aunque se desconoce la precisión exacta de este "reloj molecular". Las fechas estimadas generalmente suponen que el ritmo de mutaciones está en la media de estos márgenes. De acuerdo a los datos elaborados en el laboratorio de Douglas C.Wallace, Homo sapiens apareció en Africa hace unos 130.000 años. Migró hace unos 70.000 años a Asia y, desde Medio Oriente habría colonizado Europa hace unos 50.000 años. Desde Asia habría pasado a América en diversas oleadas migratorias. Durante la primera hace unos 34.000 años se desplazaron por Siberia y Alaska y luego por América del Norte, Centroamérica y América del Sur (constituyen antepasados de los paleoíndios modernos como los pimas de Arizona, los mayas de México y los yanomamis de Venezuela). La segunda oleada hace unos 15.000 años procedente de Asia habrían rodeado Siberia, posiblemente buscando la costa, hasta llegar a Alaska y dispersarse por toda América. Se mezclaron allí con la población existente para dar lugar a los paleoíndios actuales de habla amerindia. La tercera oleada parte de Siberia hace unos 9.500 años constituyéndose en los fundadores del grupo lingüístico Nadéné (las tribus atabascas del noroeste de Canadá y Alaska, como los dogrib y los apaches y navajos del sudeste de los Estados Unidos). Se considera que los esquimales y aleutianos se originaron de una cuarta migración más reciente que los llevó de Siberia a Norteamérica. |